- Por décadas defendió su barrio frente a los planes de demolición del Ayuntamiento de El Paso
El Paso, Texas.— La comunidad fronteriza lamenta la muerte de Antonia “Toñita” Morales, la mujer que se convirtió en emblema de la defensa del histórico barrio Duranguito frente a los intentos del Ayuntamiento de El Paso por construir una arena de espectáculos en el corazón de esa comunidad.
A los 97 años de edad, Toñita falleció dejando un legado de dignidad, perseverancia y amor por su vecindario. Vecinos, activistas y funcionarios electos expresaron su pesar a través de las redes sociales, destacando su fuerza inquebrantable y su ejemplo de vida.
“Ha fallecido Antonia Toñita Morales, residente de Duranguito que luchó contra los planes de la ciudad para construir un centro de artes escénicas y entretenimiento en su barrio”, escribió el periodista Aaron Montes.
La organización Paso del Sur, que acompañó su causa durante años, publicó una fotografía de la activista con un mensaje breve y conmovedor: “Antonia ‘Toñita’ Morales, en paz descanse”.
Una vida dedicada a su comunidad
Originaria de Palomas, Chihuahua, Toñita llegó a Duranguito en 1965 y pronto se convirtió en una figura respetada entre sus vecinos. En los años noventa encabezó esfuerzos comunitarios para limpiar las calles y erradicar la delincuencia, logrando transformar el entorno en un lugar más seguro y digno para las familias del sector.
Su vida cambió en 2016, cuando las autoridades municipales anunciaron el proyecto de construir una arena multiusos que implicaba la demolición del barrio más antiguo de El Paso. Morales rechazó vender su vivienda y se convirtió en el rostro de la resistencia. “Yo no quiero dinero, quiero pelear por mi comunidad”, declaró en una entrevista.
El fallo que le dio paz
Tras siete años de litigios, la justicia finalmente dio la razón a los defensores del barrio. En 2023, el juez Patrick García del Tribunal 384 del Condado de El Paso firmó la resolución que frenó de manera definitiva el proyecto.
“Estoy muy feliz”, dijo Toñita en aquel momento, con una sonrisa que reflejaba el alivio de haber ganado la batalla que marcó su vida.
El historiador de arte Max Grossman, quien encabezó la demanda contra la Ciudad, reconoció públicamente la valentía de Morales. “Su determinación nos inspiró a todos. Sin ella, Duranguito no existiría hoy”, expresó.
Reconocimiento y legado
Por su incansable defensa del patrimonio histórico, Morales fue reconocida por el Centro de Defensa de los Inmigrantes de las Américas como Heroína Fronteriza. Su historia trascendió fronteras y fue narrada en documentales, medios nacionales y en producciones que retratan la lucha social en El Paso.
“Su ejemplo de servicio comunitario ha establecido el estándar para todos nosotros. Que su recuerdo sea una bendición”, escribió la activista Ouisa Davis.
Hoy, las calles de Duranguito guardan silencio, pero su espíritu permanece entre quienes compartieron su lucha. “Ella era la abuela del barrio —recordó el historiador David Dorado Romo—, siempre con dulces para los niños y palabras de aliento para sus vecinos. Toñita nunca se fue; su historia se queda aquí, entre las paredes que ayudó a salvar”.