EL PASO, TX.— La comunidad fronteriza amaneció este jueves con una noticia que ha generado profunda consternación: el fallecimiento de Alicia R. Chacón, una de las figuras más emblemáticas del servicio público en El Paso y una líder cuya trayectoria abrió camino para generaciones de mujeres, especialmente mexicoamericanas, en la vida política local.
Chacón, quien murió a los 87 años, deja tras de sí una historia marcada por logros inéditos y una vida dedicada a la justicia social, la educación y la representación de las comunidades históricamente marginadas.
Su partida provocó una oleada de reacciones entre funcionarios, activistas y ciudadanos, quienes reconocieron en ella no solo a una funcionaria ejemplar, sino también a una guía y mentora. En redes sociales y declaraciones públicas, diversos líderes coincidieron en que su legado continuará presente en cada espacio donde hoy participan mujeres que, gracias a sus luchas, tuvieron la oportunidad de aspirar y servir.
Alicia Chacón nació en 1938 en Canutillo y se graduó de Ysleta High School en 1957. A lo largo de cinco décadas, su carrera estuvo llena de primeros lugares históricos:
— Fue la primera mujer en ocupar cargos clave en el gobierno local, incluyendo secretaria del condado entre 1974 y 1978.
— Se convirtió en la primera mexicoamericana elegida jueza del condado de El Paso, rompiendo una barrera de 100 años.
— Fue la primera paseña en integrarse al Comité Nacional Demócrata.
— El presidente Jimmy Carter la designó como Directora Regional de la Administración de Pequeñas Empresas, un nombramiento que subrayó su reconocimiento a nivel nacional.
— También ocupó puestos en el Concejo Municipal, donde impulsó proyectos que aún benefician a miles de residentes.
Para muchas líderes actuales, Chacón representa el ejemplo más claro de cómo el compromiso comunitario puede transformar instituciones enteras. Su influencia —afirman— no se mide solo por los cargos que ocupó, sino por las puertas que abrió para que otras mujeres, en especial de origen mexicano, pudieran verse reflejadas en posiciones de poder.
En distintos puntos de la ciudad, ciudadanos expresaron tristeza pero también gratitud. Para quienes crecieron viéndola en campaña, en foros públicos o encabezando programas de apoyo comunitario, Chacón “puso a El Paso en el mapa” al demostrar que el liderazgo femenino podía cambiar realidades y crear oportunidades donde antes no las había.
La noticia de su fallecimiento ha motivado a funcionarios locales a plantear homenajes públicos en reconocimiento a su papel como pionera, educadora política y voz incansable de los más vulnerables. Mientras tanto, la comunidad recuerda a Alicia Chacón como un símbolo de progreso, coraje y dignidad.
Su legado, coinciden muchos, no termina hoy: continúa vivo en las generaciones que inspiró y en la ciudad que ayudó a moldear.
Fotografía: Ramón Rentería
