La Opinión
Las descalificaciones de Elon Musk hacia el desempeño del presidente Donald Trump en Washington están lejos de terminar, pues en su último arrebato el magnate sudafricano advirtió que los aranceles llevarán a la economía estadounidense a una recesión.
Después de fungir como responsable del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE) durante 130 días, el hombre más rico del planeta concluyó su ciclo en el gobierno.
Todavía la semana pasada, el mandatario de la nación elogió el desempeño de Musk por haberlo ayudado a poner fin al despilfarro de dinero que se venía presentando en varias agencias federales.
El fundador de empresas como Tesla y SpaceX se encargó de finiquitar contratos del gobierno con varios proveedores de servicios, sugirió frenar todos los programas de ayuda humanitaria a naciones vulnerables, pero lo más controversial fue que definió una estrategia para despedir a miles de empleados federales.
A pesar de ello, la meta de reducir el gasto gubernamental no se concretará, pues el proyecto de ley fiscal y presupuestal que el presidente pretende imponer representa miles de millones de dólares más con respecto al año pasado.
Ante dicho planteamiento, Musk pasó de ser aliado de Donald Trump a convertirse en uno de sus principales detractores.
A través de entrevistas, pero sobre todo de mensajes publicados en la plataforma X, anteriormente conocida como Twitter, el empresario tecnológico se ha dedicado a cuestionar la capacidad del republicano de 78 años para mejorar la situación del país e incluso advierte que en, caso de concretarse su plan de imponerles aranceles a más de un centenar de naciones, en los próximos meses hará que la economía estadounidense experimente una recesión.
“Los aranceles de Trump provocarán una recesión en la segunda mitad de este año”, escribió.
Al respecto, Donald Trump en una entrevista concedida a la cadena de televisión CNN le restó importancia a los comentarios de Elon Musk con quien aseguró evitará seguir teniendo contacto.
“Nada me sorprende. Supongo que no hablaré con él por un tiempo, pero le deseo lo mejor”, expresó.
Cabe señalar que, en abril, el jefe de la nación les concedió una pausa de 90 días a los gobiernos de los países con los cuales comercia para tratar de establecer nuevos acuerdos o de lo contrario anticipó fijarles aranceles a sus importaciones.